Por : Gilberto LAVENANT
Tijuana BC 2 de agosto de 2015 (GT).- Hace unos días, Alejandro Monraz Sustaita, Director del Instituto para el Desarrollo Inmobiliario de la Vivienda, anunció que el gobierno estatal, está preparando la reactivación del que fuera un macro proyecto viviendístico de la administración del exgobernador Joosé Guadalupe Osuna Millán y las desarrolladoras inmobiliarias Urbi y Geo, que se convirtió en el macro fracaso de la administración osunamillanista.
El anuncio lo hizo, durante la runión del Consejo de Desarrollo Económico de Tijuana, mencionando que dentro del programa sectorial de vivienda, que pondrá en marcha el gobierno estatal, se contempla la reactivación de la zona del Valle de Las Palmas, como un polo de desarrollo de la zona metropolitana.
A primera vista, el planteamiento parece apantallador, sino fuera por los amargos antecedentes de este proyecto, en el que se conjugaron muchos intereses, incluyendo obviamente los del gobierno estatal en turno, que hablaba sobre la creación de una ciudad moderna, sustentable, en el que involucraron a la UABC, comprometiéndola a crear la llamada Unidad Valle de las Palmas, que tanto problemas ha ocasionado a los universitarios que tienen que recorrer largas distancias para continuar estudios superiores.
Por cierto, además de que el servicio de transporte público es pésimo, varios estudiantes han perecido trágicamente, en el trayecto de Tijuana hacia la unidad universitaria.
El funcionario estatal, quien contendió como candidato a Alcalde de Tijuana, por el Partido Acción Nacional, en el 2013, dió a conocer que el estudio está por concluirse. Tratando de darle relevancia al tema, indica que participan la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado, la propia UABC y el Indivi, a su cargo.
Enfatizó que se detallan las metas y las líneas de acción, que se tienen que seguir para lograr proyectar la zona del Valle de las Palmas y otras aledañan, que se vieron afectadas por la crisis inmobiliaria del 2008.
Cual si estuviese en campaña, engolando la voz, Monraz Sustaita afirmó que Valle de las Palmas no está olvidado y que se retomará, para que sea la ciudad modelo que alguna vez se planteó construir y que, según dijo, por cuestiones externas no se pudo concretar.
Recordó que este proyecto se desarrollo por las autoridades locales a fines del 2007, en la administración de José Guadalupe Osuna Millán, en el que se pretendía dar cabida a unas 60 mil familias, pero que la crisis inmobiliaria acabó con el proyecto.
Y repitió, lo que 8 años atrás se dijo, que hace falta introducir servicios básicos, construir fuentes de empleo cercanas al proyecto inmobiiario.
El funcionario panista, olvidó mencionar y precisar algunas cosas. La primera de ellas, y quizás la principal, que el Indivi, a su cargo, es una institución sin recursos, que constantemente tiene dificultades hasta para cubrir los salarios de su personal. Difícilmente podría desarrollar un proyecto de tal alcance.
Así mismo, que si bien es cierto el fracaso se dió por una crisis financiera mundial, que arrasó con las desarrolladoras viviendísticas como Urbi y Geo, pero que el gobierno estatal, sin justificación alguna, abandonó el proyecto, dejando en el desamparo a quienes adquirieron viviendas en esa zona, sin servicios públicos como agua por tubería, transporte. seguridad, alumbrado y. lo más importante, fuentes de trabajo.
Que explique, por qué razón, el gobierno osunamillanista, no hizo nada, para evitar que la llamada “Ciudad Satélite”, se convirtiera en un pueblo fantasma, donde cada día es menor el número de habitantes, pues les resulta sumamente onerosos vivir a enorme distancias de sus centros de trabajo.
Las quejas al respecto, son constantes. Pero nadie parece escucharlas. A tantos años de distancia, de pronto se vuelven a acordar del viejo proyecto y entonces, habría que preguntar, si es que van al rescate de los pobladores abandonados, o de Urbi y Geo. Incluso, ¿de dónde sacarán los recursos, para financiar el fracasado proyecto?
En Octubre de 2010, Cuauhtémoc Pérez Román, Presidente de Irbi, anunció el maravailloso proyecto, que se pretendía albergara a un millón de personas en viviendas sustentables y que, supuestamente tendría un impacto en el entorno social de Tijuana en los siguientes 20 años.
La crisis financiera mundial, agarró desprevenidos a los desarrolladores inmobiliarios, que no pudieron evitar la catástrofe. Pero la administración de Osuna Millán, no cumplió su parte. Ni les proporcionó los servicios públicos requeridos en la zona, ni creó las fuentes de trabajo prometidas.
Tantos años después, ahora Kiko Vega pretende rescatar el macrofracaso de Osuna Millán. Bajo el supuesto de ue nadie hace nada, sin esperar recibir algo a cambio, y tomando en cuenta las “habilidades y visión inmobiliaria” del actual gobernador, cualquiera puede decir que en este asunto “hay gato encerrado”.
Que Kiko, se asoció con los desarrolladores inmobiliarios o les compró sus reservas territoriales, a precios de bancarrota. Esto, obviamente, con recursos públicos.
Curiosamente, el propio Monraz Sustaita, apenas en mayo del 2014, reconocía que era incosteble vivir en Valle de Las Palmas. Tal parece que ya cambió de opinión. Ahora dirá que es una zona maravillosa. Casi el cielo. Ahí, no hay nada de nada.
Es un tema que dará para mucho. No hay que perderlo de vista. Es de ilusos, resucitar cadáveres.