Tijuana, B. C. 19 de marzo de 2017 (GT).- En la XVII Marcha por la Vida, la Paz y los Migrantes participaron alrededor de 30 mil católicos, quienes salieron desde el ex Toreo de Tijuana a las 9:00 a.m. hasta el Auditorio de Tijuana donde arribaron alrededor de las 11:30 a.m.
En un primer momento el Arzobispo Metropolitano, Mons. Francisco Moreno Barrón, oró por los migrantes y jóvenes en el muro, ubicado en el Blvd. Aeropuerto y Cuauhtémoc Norte a las 8:00 a.m.
“Queremos hacer presente en este muro a todos nuestros hermanos migrantes, no sólo los que pasan por esta frontera, sino todos los migrantes de todo el mundo. Porque toda la comunidad humana es una sola familia que salió de las manos de Dios por amor. Y estamos llamados a vivir unidos en el amor como una sola familia”, invitó el Arzobispo.
Y agregó que: “lastimosamente por el egoísmo en el mundo, por el egoísmo en el corazón humano se han ido levantando muros, no sólo en los tiempos pasados, sino también en el presente, que pretenden dividirnos, distanciarnos y a veces también confrontarnos. Cuando lo que necesitamos son todos los espacios, elementos, puentes que más bien nos acerquen y nos ayuden a construir la fraternidad a fin de que se pueda vivir en paz y se realice en medio de nosotros el sueño de Dios para sus hijos: que vivan unidos y en paz”.
También destacó que en esta marcha hemos querido proclamar la vida y la paz como valores que necesita nuestra comunidad, y que este año quisimos añadirle el valor de la atención a nuestros hermanos migrantes.
“Somos conscientes de que somos un pueblo y una Arquidiócesis migrante y eso nos sensibiliza, para dar la mano a estos hermanos que pasan que van o que vienen por esta frontera. Por eso el signo de estar aquí en el muro es muy importante”, comentó Mons. Moreno Barrón.
Además pidió a Nuestro Señor que bendiga a todos nuestros hermanos migrantes para que los proteja, para que siempre caminen y transiten con seguridad, y que nadie atente contra sus derechos y dignidad, y encuentren mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Y para que la migración no atente contra la familia y no la desintegre, sino más bien la reintegre.
Posteriormente el Arzobispo cargó una cruz, como símbolo de la cruz que cargan nuestros hermanos migrantes, y en silencio acompañado por los migrantes y jóvenes oró en el muro, y posteriormente realizó una breve peregrinación.
Enseguida se desplazó al ex Toreo de Tijuana donde inició adorando al Santísimo Sacramento, y el contingente caminó por la Zona Río y posteriormente sobre el Blvd. Aguacaliente.
Antes de llegar al Auditorio de Tijuana cargó la cruz y pidió por los migrantes quienes a diario cargan una cruz.
“Los invito a que sigamos unidos como Iglesia danto nuestro aporte en la construcción de una mejor sociedad en la Arquidiócesis de Tijuana… (Los invito) a ser constructores de paz, a luchar por la vida y de tener el corazón abierto a nuestros hermanos migrantes”, enfatizó Mons. Moreno Barrón.
Además agradeció a las autoridades civiles, a los medios de comunicación, colegios católicos, a las parroquias, y a la comunidad en general por su participación.
Por su parte el Encargado de Asuntos Religiosos del Gobierno del Estado, Lic. Marco Antonio González, en representación del Subsecretario de Gobierno, dijo que “la importancia de esta marcha para nosotros es el hecho de que la Iglesia católica esté proclamando, apoyando la necesidad que tenemos como comunidad de impulsar los valores y principios. En esta marcha que se le está dando el nombre de la Marcha por la vida, la paz y de apoyo a los migrantes sabemos todos que es una problemática social en nuestro Estado, por lo cual nuestro Gobernador, Lic. Francisco Vega de Lamadrid, ha marcado la necesidad de unir esfuerzos”.
También dijo que aparte de marchar como autoridad, lo hizo además como ciudadano porque cree que toda la sociedad debe hacer acciones que coadyuven a dar a conocer que tenemos valores y principios, y que no todo son malas noticias. Y que Baja California es una comunidad que trabaja por la paz.