Tijuana BC 10 de agosto de 2015 (GT).- El Comité Directivo Estatal del PRI en el estado ratificó y amplió la demanda interpuesta ante la Procuraduría General de la República, contra quien resulte responsable, por los actos de espionaje cibernético atribuidos al Gobierno del Estado, al darse a conocer por Wikileaks miles de comunicados de la empresa italiana Hacking Team en los que se detalla la venta e instalación de este tipo de equipos durante 2014 y 2015.
El Lic. Luis Vizcarra Vizcarra, titular de la Secretaría Jurídica del CDE, señaló que “estamos aquí en defensa de los derechos ciudadanos, vulnerados con la intromisión del aparato estatal a través de los equipos de espionaje. El derecho a la privacidad de los ciudadanos no es una concesión, es una forma de vida que merece respeto”.
Manifestó también su satisfacción, ante el hecho de que el congreso del estado ha tomado este tema y verificarán a través de su órgano de fiscalización, el ORFIS, las implicaciones de los funcionarios del gobierno del estado en este caso.
“Reconocemos también a los medios de comunicación que no han aceptado la actitud oficial de darle carpetazo a este asunto y continúan dándole vigencia. Es muy clara la postura del gobierno del estado de apostar a que el asunto se olvide o se diluya con el paso del tiempo”, agregó el Lic. Vizcarra.
Dijo que al tiempo de ratificar esta demanda, igualmente se está efectuando una ampliación de la misma, pues se está proporcionando información adicional en la que se reitera que sí existió la adquisición del equipo que el gobierno del estado ha negado, y también existió la participación abierta del secretario de finanzas y la oficial mayor, entre otros, que también ha sido negada. Señaló que habrán de estar al pendiente de la evolución de esta demanda, habida cuenta que la falsedad en declaraciones también constituye un delito tipificado en nuestras leyes.
Para finalizar, señaló que “de alguna manera, los actores políticos, los partidos, los representantes de la oposición, también nos sentimos como víctimas de esta intromisión del estado en nuestras comunicaciones. Ahora tenemos que ser doblemente cuidadosos con lo que decimos, escribimos y comunicamos, porque no sabemos qué uso le pueden dar a nuestras expresiones”.