Por: Juan Manrique O.
Tijuana BC 15 de enero de 2018 (GT).- Este fin de semana pasado, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia en Baja California, Salvador Juan Ortiz Morales estuvo en Tijuana, en su plática con integrantes del Grupo Político Tijuana, entre otras cosas respondió que: “No podemos culpar al de enfrente para evitar hacer nuestro trabajo”, al ser cuestionado sobre la percepción ciudadana en cuanto a la labor de las áreas de seguridad pública en la entidad, y mucha razón tiene.
Este mismo fin de semana, una Juez liberó a los responsables de tirar restos humanos en la vía pública –aunque Ortiz Morales aclaró que no fueron liberados, sino que están bajo proceso, pero fuera de prisión-, paradójicamente la Procuraduría General de Justicia en la Entidad presumió -también este fin de semana- que logró una sentencia de un año y seis meses para el responsable de ROBAR UNA BICICLETA con violencia, usando un desarmador para amenazar al propietario de esta.
Por lo anterior, la percepción ciudadana no entiende la famosa Justicia en nuestro país, en particular en BC, ya que el ciudadano se siente desatendido por el Policía, “llamo al policía y no viene, cuando llega ya pasó 30 minutos”, el policía se queja de la central de radio o C-4, porque no manda los reportes a tiempo y la víctima se lo reprocha.
Los operadores del C-4 están inconformes por la saturación de trabajo, además de que la mayoría de llamadas telefónicas son bromas o falsas, sumado a la falta de personal, sin contar que las oficinas de este centro fueron reubicadas a las afueras de la ciudad, en la antigua carretera a Tecate sin recibir una mayor percepción económica.
Regresamos con las culpas, el Agente del Ministerio Público se molesta por la falta de elementos que da el primer respondiente -policía municipal- o en algunos casos si está en guardia nocturna el MP se incomoda porque les lleven “chamba ” cuando están cenando, dormidos o descansando y esto le consta al que escribe.
Alguien ha escuchado el siguiente argumento de los Ministerios Públicos cuando son presentados los detenidos -muchos municipales lo han oído- “pero por qué lo detuvo, por qué lo persiguió, ese cuchillo no es peligroso, etc, etc”, hasta los ciudadanos han sido testigos cuando los policías llevan a los responsables de haber robado su automóvil, entrado a su casa u otros agravios.
Y finalmente llega el caso al Juez, esa figura que pocos conocen y que muchos temen, en fechas recientes hasta un reportero de Tijuana tiene temor de un Juzgador del Puerto de Ensenada, el cual desvió sus múltiples ocupaciones para amonestar al compañero para que no publicara NADA sobre un caso en particular, ocurrido en la cenicienta del Pacifico.
El caso es que, cuando el asunto llega a los referidos Jueces en la mayoría de las ocasiones hace lo mismo, buscar el “cómo no”…no ver la manera de “meter” en prisión a esa persona que todos saben que es delincuente, no poner tras la rejas al que con un cuchillo mató, justificando que ese cuchillo es de cocina y no resulta peligroso.
Además, amparándose con el argumento de: “los cuerpos que llevaban no sabe quién los mató”, por lo que no consideró peligrosos a las tres personas que en maletas llevaban restos humanos, y dejó que llevaran sus procesos libres -no en libertad, ya que según los libros de leyes no es lo mismo- para que cada 14 días acudan a firmar al juzgado y estén localizables si los requieren.
Lo cierto es que, según expertos en la materia de derecho, los mentados Jueces -muy mencionados pues, lo aclaro para evitar alguna amonestación- han vivido una época muy relajada, en la que no tuvieron supervisión y NADIE les ha hecho ver o no han querido ver cuál es la realidad que vive el ciudadano, que a diferencia de ellos, no utilizan camionetas lujosas o blindadas, ni guaruras, ni tienen a su disposición tantos recursos económicos para vivir una vida, culpando al de enfrente.
Asimismo, al conocer la labor y trayectoria de Ortiz Morales, se espera que en fechas próximas realice llamamientos y cambios en el organigrama del Poder Judicial y se pueda ver una Justicia justa para todos, sin descartar que los que más han estado “relajados” traten de oponerse a los cambios.