El gran México

Por Francisco Ruiz

Ciudad de México, 14 de septiembre de 2017 (Día del Charro) (GT).- Luego de semanas de ausencia, estamos de regreso con el mejor de los ánimos. Muchos son los temas sobre los cuales cavilé durante este periodo y comenzaré con el más amable.

Han sido varias las ocasiones en las cuales he recorrido las calles de la Ciudad de los Palacios y algunos de sus alrededores. Sin embargo, referirnos a la grandeza de estos espacios demanda una vida de atención para valorar a consciencia la riqueza que desde antaño nos ofrece. En la Ciudad de México se vive la Historia a diario, en cada cuadra. Se respira la política y, en cada esquina, se aprecia una manifestación de arte.

Mujeres y hombres procedentes de diversas partes del mundo atestiguan la transformación del México moderno, el sistema que democráticamente atiende las demandas de una población que se conglomera en este Valle, mayoritariamente. Un viaje de placer que, en medio de sus múltiples aventuras, nos conllevó a la reflexión sobre el valor de ejercer correcta e incansablemente las decisiones políticas, dimensionando la medida que el sistema vigente le otorga a cada actor y elemento que participa en su desarrollo cotidiano.

La pobreza, la ignorancia, el fanatismo, el oportunismo, el egoísmo y el recelo son “síntomas” de una enfermedad, que si bien es curable, es sumamente difícil de erradicar mientras nuestra actitud frente a la corresponsabilidad oficial y ciudadana no nos alcance. En México existen demasiadas cosas buenas en comparación con los errores, descuidos, excesos y omisiones de los menos; la tarea es de todos.

Durante nuestro trayecto por Teotihuacan pudimos escuchar las maravillosas melodías creadas por los virtuosos de la voz y del oído. Y es que la genialidad de la música mexicana abarca desde los clásicos como Juventino Rosas, José Pablo Moncayo, Manuel M. Ponce y Arturo Márquez, los vernáculos José Alfredo Jiménez y Cuco Sánchez, románticos como Agustín Lara o Consuelo Velázquez, sin dejar de lado al polifacético Divo de Juárez.

Y hablando de México, su música y cultura, aprovecho para expresar mi felicitación a don Pedro Ochoa Palacio por el liderazgo que mantiene frente al gremio cultural en la región, el cual se ve reflejado en su trabajo cotidiano, de tal suerte que iniciativas ciudadanas como el Patronato “Agustín Lara” del condado de Los Ángeles, reconocerá su trayectoria el próximo mes de noviembre en un museo de California, así como por su próximo cumpleaños.

P. S.- “¿Con qué derecho reclamamos para nuestros hijos el título de ciudadanos si no somos dignos de serlo?”, Álvaro Obregón.

* El autor es analista y asesor político.

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