De una democracia representativa a la participativa

Por Francisco Ruiz

Tijuana BC 18 de enero de 2017 (GT).- Seguramente muchos de nosotros hemos visto la película infantil “Bichos: una aventura en miniatura”, de la casa Disney-Pixar, y traigo el tema a la palestra parar evocar uno de los diálogos que en ella se presentan:

“…si una hormiga se rebela contra nosotros les aseguro que todas lo harán pronto. Esas hormigas ridículas nos superan en número de 100 a 1y si llegaran a averiguarlo ´adiós´ a nuestro estilo de vida. No es por la comida es para mantenerlas alineadas…”: Hopper (saltamontes villano).

Encuentro estas líneas muy adecuadas a la realidad que hemos podido atestiguar durante estas dos primeras semanas del 2017, con los movimientos sociales que se han manifestado en Baja California.

Al respecto, me refiero a la autenticidad de los plantones y marchas, con las cuales, dicho sea de paso, me solidarizo con profundo respeto ya que se trata de un método para despresurizar lo mucho del hartazgo, decepción y enojo que siente la sociedad ante tanto oprobio por parte de los gobiernos estatal y federal.

Me parece importante mencionar que cuando la intención no es auténtica, la causa se desvirtúa. Es por ello que quienes servimos o aspiramos a servir a la ciudadanía, debemos respetar la expresión ciudadana y no desvirtuarla con la simulación que trae consigo una “selfie”; pues fue realmente vergonzoso ver a quienes malamente se hacen llamar políticos al servicio de la sociedad, tomándose fotos para auto promocionarse, fortaleciendo así el deterioro del noble arte de la política.

El sentido común, la humildad y la decencia nos demuestran que la incongruencia también es simulación, ya que el deber de todo político es: primero, escuchar y, segundo, responder o resolver. Por eso celebro la discreción de personas comprometidas con participar e informar pero reconozco aun más, la titánica labor que desarrollaron los ciudadanos al transitar nuestras calles y alzar su voz, esa voz que debe escuchar y atender quien se dice dispuesto a fungir como servidor público.

El reto que nos queda al frente es dar permanencia y fortalecer el ánimo de la participación ciudadana en el ejercicio democrático, y así contrarrestar ese horrible mal llamado abstencionismo.

El gobernador Vega, por su parte, insistió en que “la gente manda” y por ello se vio obligado a abrogar la neófita Ley del Agua; sin embargo, considero que se presentaron otros factores de peso para provocar este cambio en la actitud de los panistas.

Si bien el titular del Ejecutivo Estatal no desestimó el descontento social, como tampoco ignoró la presión de la opinión nacional derivado de la mala fama que lo precede (sospechas por enriquecimiento inexplicable, tráfico de influencias, abuso de funciones, colusión, uso ilegal de información confidencial, nepotismo, por mencionar solo algunas), sin dejar de mencionar el temor a que la sociedad organizada solicitara un referéndum o que, en su defecto, las movilizaciones se fortalecieran, desde mi perspectiva, todo ello provocó que el gobernador panista reculara.

Notas relacionadas

Stay Connected

0SeguidoresSeguir
0SuscriptoresSuscribirte

Lo ultimo